domingo, 27 de noviembre de 2016

FIDEL

Conversaciones entre Salvador Allende y Fidel Castro

En aquel oasis de libertad que era la barbería de Ramito, el peluquero de mi niñez en El Paso, conocí a Fidel. Unos lejanos recuerdos me trasladan a los momentos en que iba a pelarme en un lugar en el que, en pleno franquismo, se podía hablar con relativa libertad, al menos de política exterior. Uno de los héroes de Ramito era Fidel Castro. Por decirlo de alguna manera, él me presentó a Fidel, un personaje mítico que me ha acompañado toda mi vida hasta que ayer me llegó la noticia de su muerte. Pese a la razón que puedan tener sus detractores, me quedo con la figura legendaria de un líder que pudo mirar de frente al imperialismo y desafiarlo. Para mí, pese a sus errores y desaciertos, la historia lo absolverá.

También esta semana ha muerto Marcos Ana, un poeta comunista que estuvo durante muchos años preso en las cárceles franquistas. Lo conocí hace algunos años en la presentación de su autobiografía y me dejó la impresión de una persona digna y coherente que había desarrollado en la cárcel lo que Viktor Frankl estudió muy bien y se conoce con el nombre de resiliencia.

Pese a estar en las antípodas de mi ideología y sin entrar en valoraciones sobre posibles corruptelas en su gestión como política, me quedo con el dolor de Rita Barberá en sus últimos momentos de vida, sola en la habitación de un hotel y abandonada por el que fue su partido hasta meses antes de su muerte. La compasión no debe tener límites y se debe extender a todos los seres.

Termino con "Decidme como es un árbol" uno de los poemas más conocidos de Marcos Ana.

Decidme cómo es un árbol,
contadme el canto de un río
cuando se cubre de pájaros,
habladme del mar,Joan ponç - la presó (1950)
habladme del olor ancho del campo
de las estrellas, del aire
recítame un horizonte sin cerradura
y sin llave como la choza de un pobre
decidme como es el beso de una mujer
dadme el nombre del amor
no lo recuerdo
Aún las noches se perfuman de enamorados
que tiemblan de pasión bajo la luna
o sólo queda esta fosa?
la luz de una cerradura
y la canción de mi rosa
22 años, ya olvidé
la dimensión de las cosas
su olor, su aroma
escribo a tientas el mar,
el campo, el bosque, digo bosque
y he perdido la geometría del árbol.
Hablo por hablar asuntos
que los años me olvidaron,
no puedo seguir
escucho los pasos del funcionario.

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